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La importancia y creciente complejidad del entorno financiero y empresarial requiere cada día de servicios integrales proporcionados por profesionales con experiencia y dotados de importantes herramientas tecnológicas y de gestión. Es por ello que nace nuestra firma, orientada siempre a la búsqueda de soluciones óptimas para las necesidades empresariales y que, como no podía ser de otro modo, abarcan un amplio horizonte.

viernes, 25 de febrero de 2011

Reestructuraciones y Refinanciaciones

Actualmente, tanto en personas físicas como en empresas, la coyuntura económica hace que sea necesario reestructurar las deudas contraidas, unificándolas y aplazándolas, en unas condiciones financieras adecuadas, que reduzcan la cuota a pagar mensual y permitan disponer de la liquidez necesaria.

En estas operaciones, los expertos del IAEF conocen como realizar las refinanciaciones en la mejores condiciones y con las mayores garantías. Todo, desde 149€ del análisis previo de viabilidad, que en caso de ser positivo, se deducirá del presupuesto personalizado según la complejidad de cada caso.

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lunes, 24 de enero de 2011

Swaps en el sector Farmaceutico.

En el contexto de crisis económica general, el sector farmacéutico empieza a ser uno de los sectores más perjudicados ya que ha asistido a dos explosiones de burbujas: la inmobiliaria, que afectaba a la compra de la oficina de farmacia y, muy recientemente, la del mercado de los traspasos de licencias.

Ambas situaciones han sido consecuencias de un gran “boom” de operaciones de las que el máximo beneficiado a largo plazo han sido las entidades financieras, que vieron como sus operaciones se multiplicaban y ahora, aunque han cerrado el grifo, siguen viendo sus rentabilidades crecer gracias a que se encargaron de cerrar muchos contratos de su  producto estrella: el mal llamado  “SEGURO DE HIPOTECA”.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad, ya que lo que realmente se ha estado vendiendo al cliente es un Producto Derivado, un producto de inversión altamente complejo, con el que el titular de la oficina de la farmacia no está acostumbrado a operar y, generalmente,  sin conocer los enormes riesgos que se derivan de su contratación.

De este modo, se presentaba como “producto tranquilidad”, sin embargo, su efecto es completamente el contrario, ya que consiguen  que la hipoteca  de la farmacia no pueda beneficiarse de las bajadas del Euribor, llegado a fijar suelos de 6% y techos del 15%, llegan a pagar la financiación del local cinco puntos por encima de lo fijado por el mercado.  Y esto, considerando los altos precios de los locales se traduce en una cuota trimestral que puede llegar hasta los  30.000 euros.

Esta situación está poniendo en serios problemas a muchos titulares de oficinas de farmacia que tienen que sumar esta liquidación a la de la hipoteca del local, el préstamo de la licencia, otros préstamos, cuotas de renting…
Se han convertido en productos perversos ya que en muchas ocasiones su comercialización llega a violar las reglas de la libertad  de contratación y se convierte en un producto coactivo: “Debe contratar este seguro para obtener financiación para el local de su farmacia”.
Lo más grave de esta situación es la omisión de gran parte de las características del producto. De este modo, en muchas ocasiones quien ya ha adquirido el producto no sabe lo que realmente ha firmado y sobre todo sus consecuencias.

SALIR POR LA VENTANA SALE CARO

En este punto, muchos titulares de oficinas de farmacia han acudido a sus entidades para exigir la rescisión del contrato. Sin embargo, la agudeza de la entidad financiera ya ha entrado en acción y reclama a su cliente, basándose en una cláusula del contrato, una cantidad desorbitada que en algunos casos llega a ascender a los 300.000 euros para poder cancelar el mismo.

Es en este punto, cuando la supervivencia de la farmacia ve solo  dos salidas: la puerta, que solo podrá abrir a la finalización del contrato  o la ventana que solo se abrirá con una cantidad realmente abusiva.

Sin embargo, el cliente debe saber que como su entrada fue forzada y basada en  desinformación, él mismo posee la llave para salir apoyándose en sus derechos e iniciando una reclamación.

Actualmente, existen varias vías de lucha contra este tipo de productos: por un lado, son muchas las resoluciones del Banco de España que dan la razón a los usuarios de este tipo de contratos en cualesquiera de sus denominaciones (Swap, Clips, Collars,…) considerando  que se ha incurrido en una mala práctica bancaria debido a la falta de transparencia  y a la ocultación de información durante el proceso de comercialización; y por otro los tribunales han fallado varias sentencias a favor de los afectados, las primeras la Audiencia Provincial de Jaén  y de Álava en marzo y abril de 2009 y la última el pasado 21 de Junio en Madrid.

Desde Reding Consulting, animamos a todos los titulares de oficinas de farmacia afectados por este tipo de productos que reclamen ante su entidad, eso sí, considerando que para que las reclamaciones lleguen a buen fin es muy importante prepararlas minuciosamente y con el soporte legal adecuado.

Comisiones: Pirañas en el mar Bancario.

Tras la publicación del espectacular crecimiento de las comisiones cobradas por Bancos, Cajas de Ahorros y Cooperativas de Crédito y la superación de la barrera psicológica de los 14.000 millones de euros, cabe preguntarse qué límite existe, si existe alguno, a un desarrollo tan desaforado de los costes de la operativa bancaria.

Para que pueda cobrarse una comisión han de cumplirse tres requisitos: el primero, meramente formal y que implica que dicha comisión ha de ser comunicada previamente al Banco de España, y otros dos requisitos materiales: que obedezca a un servicio efectivamente prestado y que haya sido solicitado en firme por el cliente. Esta es la teoría expuesta en la Circular 8/1990 del Banco de España. La realidad es bien distinta.

La primera verdad a medias que como dice un proverbio judío es una mentira completa consiste en comunicar a la clientela que las comisiones las ha aprobado el Banco de España. Falso. Nuestro Banco Central las conoce y les da publicidad, sólo los tribunales pueden determinar si esas comisiones están ajustadas a Derecho (como en el caso de la perniciosa comisión de devolución de efectos impagados, tantas veces castigada en los Tribunales).

El segundo aspecto a considerar es el servicio efectivamente prestado, y aquí es donde, por ejemplo, me surgen las dudas sobre qué servicios se están pagando con la comisión de mantenimiento de cuenta y, ¿con la comisión de administración?. ¿En qué se diferencian?. ¿Y en la comisión por guarda y custodia de valores que son simples anotaciones en cuenta electrónicas?. ¿Y en la comisión de devolución en la que paga aquel que no ha conseguido cobrar un pagaré o una letra?. Si nos referimos a servicios podemos encontrarnos con que se paga dos veces por lo mismo. Además, lo cobrado puede tener un coste para el cliente infinitamente superior que para el banco que

Por último, la necesidad de que el cliente solicite en firme dicho servicio, supone también un requisito a veces obviado por nuestras entidades. Tal es así en la comisión de reclamación de posiciones deudoras, comisión que se paga cuando se produce un descubierto en cuenta. El cliente no ha solicitado el servicio sino que recibe la información  de que su cuenta ha quedado en descubierto, algo obviamente incluido en el mantenimiento y administración de la cuenta por lo que también se cobra o si la entidad se refiere a que es el coste del descubierto, éste también se remunera con su propia comisión de descubierto y con sus intereses correspondientes de dos dígitos.

En fin, en unos años cómo los que hemos vivido en los que todos los empresarios se han visto obligados a rebajar sus precios y muchos empleados sus salarios no parece de recibo esta práctica por parte de nuestras entidades de crédito que, por otra parte, saben que muchos de sus clientes ligados a ellas por prolongadas hipotecas no pueden optar por cambiar de banco. En esta tesitura, ¿cómo es que ha habido que encima ha habido que ayudarles?. Con esta mina de oro en las manos y la posibilidad de incrementar linealmente sus ingresos simplemente subiendo sus comisiones, hay que ser muy mal gestor para necesitar ayuda pública.